Se trata de un equipo de científico de Toulouse, Francia, quienes han aprovechado el confinamiento generado por el paso de la pandemia a nivel global como una ventaja, pues estas personas no pierden el tiempo sentados sin hacer nada o viendo series por Internet.
60 individuos se han convertido a si mismos en conejillos de indias confinados en sus dormitorios al sur de la ciudad francesas con una distancia muy cercana un lugar que ofrece las condiciones perfectas para simular una misión espacial. La investigadora espacial, Stephanie Lizy-Destrez, se puso manos a la obra luego de que el gobierno francés diera la orden del confinamiento, aprovechándolo al máximo junto con otros voluntarios.
Aunque no se puede realizar una recolecta de muestras espaciales o se pueda pisar siquiera el suelo de la superficie de otro planeta, si se pueden realizar ejercicios de memoria y agilidad mental.
Las estrechas habitaciones de 12 metros cuadrados ofrecen un entorno similar a los que se pueden obtener en un entorno espacial, al igual que los efectos psicológicos que se presentan en una nave en una estación espacial en la órbita de nuestro planeta, esto servirá para ayudar a comprender como estas circunstancias afectan a los astronautas antes de enviarlos a una misión a Marte la cual puede tener una duración sumamente prolongada.
