A una semana del lamentable fallecimiento de un hombre afroamericano arrestado en Minneapolis, las protestas en búsqueda de la justicia para él y la para una raza que hasta día de hoy continúa siendo castigada por la nación estadounidense.
A pesar de los esfuerzos de varias ciudades por mantener el orden, varios grupos de protestantes se han tornado violentos y han causado costosos daños en algunas partes del país.
Tan solo en Nueva York, el saldo de personas involucradas en estos movimientos va desde 250 protestantes puestos bajo arresto, 7 policías heridos y 12 vehículos dañados.
Sin embargo, la familia de George Floyd, ha dicho que esta bien que las personas marchen y pidan que el gobierno de justicia tras su muerte, pero también están en contra de cualquier acto de violencia como los que actualmente están invadiendo las calles.
Muchas de estas protestas, han terminado con el despliegue de elementos de seguridad para dividir a los manifestantes mediante el uso de la fuerza o gases lacrimógenos.
Algo que está generando aun más indignación a los ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, no todo ha sido malo. También se ha demostrado que las cosas se pueden arreglar de manera pacífica.
Un ejemplo de esto, ocurrió en Miami, cuando los oficiales del departamento de policía de la ciudad decidieron arrodillarse para pedir perdón por la muerte de Floyd.
