Esta mañana, la ciudad de Hong Kong comenzó su día con varios arrestos debido a las personas que muestra su descontento ante la nueva ley de seguridad, apenas un día después de haber sido puesta en vigor, lo que coincide con fechas en que la ciudad celebra su 23° aniversario de su retrocesión a China.
El día de ayer, el presidente de China Xi Jinping, había declarado la ley de seguridad para Hong Kong, algo que varios gobiernos occidentales clasificaron como un ataque contra las libertades y derechos de los cuales gozaba la ciudad.
Entre las protestas, la policía antidisturbios, usó de gas pimienta, chorros de agua a gran presión y realizo cientos de arrestos en el centro de la metrópolis financiera, donde 180 personas fueron detenidas, siete de ellas bajo la nueva ley de seguridad.
La oposición de Hong Kong y varios gobiernos temen que este sea el inicio de una nueva era de represión política.
Cuando Reino Unido hizo la devolución de Hong Kong en 1997 a China, la excolonia británica gozaba de varias libertades que supuestamente durarían hasta el 2047, en una promesa hecha por el gobierno chino. Sin embargo, este solo le dio 23 años, como lo declaró el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike pompeo, quien amenazó con tomar represalias.
Por su parte, Pekín respondió a los gobiernos externos con un claro “no es asunto suyo”.
A pesar de los intentos de los activistas por hacer frente a la prohibición, las concentraciones de más de 50 personas están prohibidas como una medida en contra del virus de la pandemia.
Sin embargo, entre los grupos que deciden reunirse en las calles se ha reportado un caso de un manifestante que apuñaló a un oficial.
Mientras se realizaba la ceremonia del 23° aniversario de la devolución de Hong Kong, el gobierno chino realizó evento en donde varios helicópteros sobrevolaban con una gran bandera China y una de Hong Kong, pero más pequeña.
La oposición ha acusado a Pekín de reducir este estatus y describe la nueva ley de seguridad como la medida más descarada hasta el momento.
Varios países han exhortado a sus ciudadanos de regresar, pues temen que estos sufran detenciones arbitrarias o incluso la extradición a China continental.
Por su parte, Taiwán abrió una nueva oficina para recibir a los hongkoneses que quieran instalarse en la isla.
Aunque Pekín asegura que la ley restaura la estabilidad después de un año de protestas y no acabará con las libertades de Hong Kong, otros aseguran que dicha ley busca socavar las libertades y derechos de la excolonia británica.
