Como si del destino se tratará, los gemelos Ricardo y Luis Antonio Belmonte Chávez, de 30 años de edad, se ‘fueron’ de este mundo cómo llegaron: juntos.
Lamentablemente el 2020 significó una doble pérdida para la familia Belmonte Chávez ya que en menos de cuatro meses perdieron a dos de sus miembros más queridos, esto a causa del COVID-19.
Los gemelos eran muy conocidos en la Zona Centro de Monclova ya que ambos estuvieron trabajando gran parte de su vida en un estacionamiento que le pertenecía a su padre, por lo cual una vez que fallecieron dejaron un gran vacío en este lugar.
Fue Karla Treviño, amiga de ‘los cuates’ como también se les conocía, quien relató los últimos momentos de ambos hombres, quienes lamentablemente murieron luego de luchar contra este horrible virus.
De acuerdo a la información proporcionada, Luis Antonio a quienes sus amigos le decían ‘Bicho’ de cariño, fue el primero que se contagió y tras tres días de “librar batalla” en la Clínica 7, finalmente fue declarado como fallecido el domingo 02 de agosto.
Este suceso marcaría la vida de todos sus amigos y familiares, pero nadie podía entender el enorme dolor y vacío que desde ese día sentiría su gemelo, Ricardo, quien a partir de entonces comenzó a ser más precavido con el COVID-19 y extremó todas las precauciones posibles para no contraerlo.
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Motivado más que nada por la responsabilidad de seguir cuidando de su padres y el honrar el recuerdo de su amado hermano, fue que Ricardo, mejor conocido como ‘Zángano’, siguió protegiéndose durante los meses siguientes.
Sin embargo, todos los esfuerzos fueron en vano ya que a inicios de noviembre comenzó a presentar fiebre, tos y malestar físico, notables síntomas del coronavirus, los cuales terminaron por debilitar demasiado su salud y motivo que llevó a su familia a internarlo en la Clínica 7 del IMSS.
El corazón de todos los integrantes de la familia Belmonte Chávez terminó por romperse el pasado 15 de noviembre cuando, tras algunos días de haberse atendido, se les notificó que Ricardo también había perdido la vida.
“Como son las cosas, cuando son gemelos están conectados en todos los sentidos, aunque físicamente eran muy similares, eran completamente diferentes en gustos, era uno más de fiestas, el otro era más tranquilo era de jugar póker”, contó Karla Treviño.
Hoy su familia y amigos lloran su partida, sienten el dolor que es perder a un ser querido, pero queda el consuelo de saber que están en un lugar mejor y queda recordarlos como dos grandes hombres y no precisamente por su estatura, sino porque en vida fueron los mejores hijos y unos buenos amigos.
“Eran mis guaruras, así les decía porque yo a lado de ellos era una miniatura, eran mis amigos, eran más que eso, bicho quería mucho a mi hija, era como su sobrina, todavía no lo puedo creer, se llevaron parte de mi corazón, fueron, son y seguirán siendo para siempre esa persona favorita, no se debieron ir, porque todavía había mucho por hacer”, finalizó conmocionada su amiga.
