El pasado 6 de enero una violenta marcha tuvo lugar frente al edificio ubicado en Washington, donde partidarios de Trump habían asistido para una marcha a manera de protesta contra los resultados de las votaciones que dejaron como ganador a Joe Biden.
Sin embargo, varios disturbios comenzaron a presentarse entre las vallas de contención que resguardaban la sede legislativa, lo que desató el caos entre los manifestantes y la policía local.
Tras varios minutos, un grupo de manifestantes logró irrumpir en el capitolio ocasionando varios desmanes, dentro y fuera del edificio.
Por tal motivo, se ha aumentado la seguridad con ayuda de la Guardia Nacional, más ahora que la investidura de Joe Biden se acerca, ante posibles ataques de grupos extremistas.
En el mismo contexto, el FBI ha advertido sobre el plan de algunos de estos grupos a través de protestas armadas en las 50 capitales estatales del país.
Como consecuencia de esto, se han protegido las ventanas del capitolio y las cercas instaladas están siendo fortificadas.
Así mismo, autoridades locales informan que se desplegará un total de 26 mil elementos del cuerpo militar, los cuales han comenzado a llegar a Washington para apoyar a las fuerzas del orden.
