La señora Margarita López es un miembro activo del grupo sin fines de lucro Buscando Cuerpos, el cual se dedica a encontrar y devolver los restos de personas desaparecidas a sus familiares.
Según la agencia Efe, doña Margarita perdió a su hija una década atrás a manos de gente del crimen organizado y hasta la fecha no se ha hecho justicia por su caso.
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La misma mujer asegura que el país es “una fosa común” y comenta que por donde sea que uno camine, “lo hará sobre los cuerpos de los miles de desaparecidos”.
Doña Margarita se describe a sí misma como una mamá rastreadora desde la desaparición de su hija Yahaira, a quien secuestraron en 2011 tras mudarse del estado de Michoacán al territorio de Oaxaca.
A la joven la secuestraron en la casa donde vivía junto a su marido, quien es un militar de profesión. Un grupo de personas se la habría llevado para torturarla y violarla continuamente durante diez días sin darle de comer ni beber.
“El general de la zona me dijo que buscara yo por mis propios medios y me enfoqué a ello: a buscar a mi hija y a los responsables, colocando mantas, solicitando si querían remuneración económica o que yo me intercambiaba por ella, pero nada más me quitaban las mantas”, dijo.
La señora López incluso se tuvo que hacer pasar por funcionaria para reunirse en persona con algunos de los involucrados, quienes le revelaron el destino de Yahaira.
“Me narraron cómo la habían violado, vejado, torturado y finalmente ejecutado. Hasta imitaban la voz de mi hija”, señalo. “La decapitaron y jugaron con la cabeza de mi hija. Le daban besos en los labios y se aventaban la cabeza de un lado para otro para finalmente sepultarla”.
En un último y más reciente intento por recuperar los restos de su hija la señora ha hecho varias huelgas de hambre en la CDMX y ha intentado comunicarse con todas las autoridades con las que ha tenido oportunidad.
Hace poco recibió una llamada del Ejército, donde finalmente le comentaron que los restos de Yahaira fueron localizados en la sierra de Oaxaca.
