Tras 20 años de verse envueltos en polémicas de diversas índoles, finalmente el Obispo saliente Raúl Vera López cederá el poder de la Diócesis de Saltillo a su sucesor, no sin antes ser objeto de un último ‘escándalo’.
Y es que, sin haber consultado al equipo que entrará a tomar el control de esta institución católica el día de hoy, el monseñor Vera tomó la decisión de hacer el repentino cambio de templos de 10 sacerdotes en total.
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De acuerdo a la información publicada en un medio local, este suceso tampoco fue informado al nuevo Obispo Hilario González quien en tan solo unas horas más se convertirá en el nuevo líder católico de todo Coahuila.
Aunque algunos de los cambios se hicieron para lograr cubrir la necesidad de un párroco ante los lamentables fallecimientos de algunos sacerdotes, otros tantos no se explican porqué se decidió reubicarlos.
Entre los cambios realizados se encuentran el de el padre Paulo Alfonso Sánchez Valencia a la parroquia del Verbo Encarnado (Frontera), del padre José Alonso Gaytán a la parroquia de Nadadores, al padre Humberto García Sánchez a Nuestra Señora de la Soledad (Saltillo), al padre Fermín Parra a la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, también en Saltillo,.
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De igual forma, el Padre Efraín Hernández fue enviado a la parroquia Perpetuo Socorro (Saltillo), el padre Manuel de Jesús Flores fue trasladado a la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón (Virreyes) y el padre Antonio Medel fue enviado a Sierra Mojada.
También se decidió enviar al padre Gerardo García Pérez al Templo de al Santa Cruz como rector y como adjunto al padre Luis Flores Zavala; pese a tan radical cambio no todos los sacerdotes se han trasladado a su lugar designado ya que no saben si el nuevo Obispo respaldará tal decisión.
