Corría el año 2016 cuando Mia Gray se mudó a su nueva casa en Edimburgo, sin saber que se encontraría un refugio escondido en el sótano de su domicilio.
Aunque en un inicio la mujer pensó que la vieja habitación era una despensa llena de basura, la mujer la pasó de largo y no la revisó de nuevo hasta varios años después.
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No fue hasta que una de sus vecinas, Liz Mowbray, le preguntó por el descuidado lugar que Gray decidió adentrarse para descubrir que era lo que guardaba dentro.
Una vez dejaron limpia la habitación se dieron cuenta de que estaban en un refugio de la Segunda Guerra Mundial.
“Hay un banco que recorre todo el perímetro de las paredes, señales de ‘No fumar’, una salida de emergencia, una estufa vieja y dos literas triples; creo que había más, pero estaban muy dañadas”, dijo a medios locales.
El techo de esa misma habitación está reforzado con varias láminas de metal, y aún cuenta don dos lavados y una caldera.
Gray también mencionó que el cuarto de lavado no había sido usado en mucho tiempo y que el anterior dueño de la casa probablemente usó el refugio como un almacén.
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