Poco más de 50 inmigrantes se plantaron a las afueras de la residencia de la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, en compañía de niños pidieron que la funcionara interviniera por los derechos de los indocumentados.
El grupo pidió entre gritos poner un fin a las deportaciones y la detención de los migrantes que son menores de edad.
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“Por favor, pare las deportaciones, dé algún permiso de trabajo, una ciudadanía, algo, porque nosotros estamos en este país y yo creo que no le hacemos daño a nadie, sino que venimos a trabajar y a salir adelante por nuestros hijos”, pidió Verónica Gasca a la vicepresidenta, a quien el presidente estadounidense, Joe Biden, encomendó la misión de frenar la migración irregular desde Centroamérica.
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