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sáb, Abr, 2024

A 14 años de la Tragedia de Celemania la herida sigue abierta.

A un lado de la cartera como testigo inerte se encuentra el Obelisco con los nombre de las víctimas. Y en un lado como recordatorio de las vidas que se perdieron, las cruces emblanquecidas.

El 9 de septiembre de 2007 un tracto camión que transportaba 22 toneladas de nitrato de amonio y circulaba por la Carretera federal 30, se impactó al llegar a Celemania con un vehículo particular, causando su volcadura y posterior incendio. Tras el impacto comenzaron a llegar cuerpos de rescate y periodistas a cubrir el accidente, cuando ocurrió la explosión de las 22 toneladas de explosivo con los que estaba cargado el camión.

La tragedia

El estallido causó un cráter de 10 a 20 metros de diámetro y dos de profundidad, en los cuales desapareció por completo la carretera, afectó además a numerosos vehículos que en ese momento se encontraban varados a causa del accidente que acababa de ocurrir, además de dañar numerosas construcciones del poblado. El saldo inicial fue de 23 muertos, entre los que estaban tres periodistas que se encontraban cubriendo el accidente. ​ Sin embargo la realización de las labores de rescate elevaron el número de fallecimientos a 37 el 10 de septiembre.

Las Historias

Detrás de los hechos, las historias de quienes buscaban a sus familiares entre los restos de los fierros retorcidos, trasladándose a los hospitales de la región, en que finalmente algunos fueron reconocidos ya en las agencias funerarias, recobraban fuerza.

Entre los fallecidos hubo hijos, padres, hermanos, amigos, cada uno con su historia muy particular de cómo vivió su tragedia, y de aquellos que milagrosamente pudieron salir a salvo e ilesos.

Perder a un hijo

Jaime Flores Ortiz era un joven de 23 años de edad con toda una vida por delante, trabajador, cuando de camino a su casa se encontró varado en medio de la carretera debido a un accidente vehicular. Después de la explosión y de la información que empezó a  salir de todos los medios de comunicación, Don Trinidad Flores padre del joven, sintió en su corazón un presentimiento y se apresuró a su búsqueda.

“En la noche yo andaba laborando en torres, y llegue en la noche y pues era de noche y no estaba, lo anduvimos buscando aquí cercas y nada, lo vinimos encontrando en Funerales la paz. Era mi hijo se llamaba Jaime Alfredo Flores Ortiz, su carácter era amigable, era bueno. Nomás los rimeros años me salían las lágrimas a hora no sé porque ya no lloro”

Su madre rezó con todas sus fuerzas

Desde la casa de su hermana en Cuatro Ciénegas Doña Margarita Ortiz, se enteró de la noticia de la explosión, recordó que su hijo se había marchado solo, para que su mamá pudiera estar un día más de visita con su familiar. Salió al patio miro al cielo y rezó con todas sus fuerzas… más tarde recibió la terrible noticia.

“Si, yo me siento triste, pero mi hijo era muy amoroso con nosotros y muy amigable con toda la gente, él tenía 23 años. Él era soltero, mi hijo se preocupaba mucho por nosotros, él decía que él no se iba a casar para hacerse cargo de nosotros.

“Yo estaba en la casa de mi mamá y nos avisaron y me sentí muy triste, muy desesperada, me salí a fuera y le decía a mi Dios que nada más el sabia donde estaba mi hijo que los ponía en sus manos. Él nos quería mucho, él no nos quería dejar solos”

Las heridas de aquel 09 de septiembre aun siguen marcadas en su memoria y en sus corazones. El recuerdo de los últimos momentos y las últimas palabras siguen siendo atesorados, de quien no pudo despedirse.

14 años de la tragedia

Hoy se cumplen 14 años de la tragedia. Una sencilla ofrenda floral rememora la vida de quienes ese 09 de septiembre partieron.

El Alcalde de Nadadores, Abraham Segundo González entregó la ofrenda floral en memoria de las víctimas de la tragedia.

“Han pasado 14 años de la tragedia, donde mucha gente falleció, aquí tenemos una lista, la verdad es algo que impacto y que señala a Nadadores como escenarios de una tragedia. Nuestra administración y un servidor hemos tratado de darles ese homenaje, a mí me toco realizar la carrera en su honor y llevara a cabo esta misa en honor a todas aquellas personas que fallecieron aquel día en Celemania”.

A un lado de la cartera como testigo inerte se encuentra el Obelisco con los nombre de las víctimas. Y en un lado como recordatorio de las vidas que se perdieron, las cruces emblanquecidas.

El dolor y la angustia que causó la tragedia de Celemania, aún hoy sigue presentes dejando una honda huella en la mente y el corazón de quienes perdieron a un ser querido y con ellos parte de su mismo ser.

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