Un niño de 11 años sufrió un accidente que le arrebató ambas piernas para cumplicar un reto junto con sus amigos; el pequeño se aferró a un tren en movimiento, sin embargo, al no poder soportar la velocidad del transporte, terminó cayendo sobre las vías: 36 vagones le pasaron por encima de las piernas.
El niño estaba tratando de cumplir con el reto ‘Train surfering’ el cual implicaba que tendría que sostenerse de un tren en movimiento; casi obligado por sus amigos y la presión social, además del respeto que conseguiría en la escuela por lograrlo, el niño, identificado como Arkady, intentó el reto; lamentablemente cayó sobre las vías del tren y los vagones le mutilaron ambas piernas.
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El pequeño, quien creyó que contaba con la ayuda de sus amigos hasta el final, estuvo durante una hora sufriendo sin obtener ayuda; al ver las consecuencias de lo sucedido, sus amigos, de 14 y 12 años de edad, huyeron y, pese a que intentó llamar a una ambulancia, esta nunca se presentó.
El niño fue trasladado al hospital hasta una hora después, con ayuda del conductor del tren, Bulat Zhakéyev: Arkady se enfrentó a una cirugía de 6 horas, de la que, pudo salir con vida; sus padres, quienes llegaron al hospital después de rastrear su celular, estuvieron con él en todo momento, apoyándolo para que saliera adelante.
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“Tenía la sensación de que no sobreviviría. Pensé que no lo lograría, pero luego resultó que solo perdí las piernas. Los vi marcharse (a sus amigos) aunque no huyendo, caminando a paso acelerado. Pensé: ‘Tal vez fueron por ayuda’, pero no. Pensé hasta el final que eran mis amigos, pero resulta que todo fue en vano”.
La madre del pequeño, pese al grave accidente que sufrió su hijo y que por eso perdió las piernas, señaló que no lo regañaron por lo sucedido: “Así son los muchachos, solo no tienes piernas, hijo, solo piernas, lo demás sigue ahí”.
“No hubo problemas de rehabilitación. Si tenemos que nadar, entonces nadaremos, si necesita cualquier masaje, se lo daremos. Ni una sola vez le hicimos dudar de que todo iba a ir tan bien como fuera posible. Ni una sola vez le reprochamos por lo sucedido, ni una sola vez le miramos con mala cara”, relató María Petrova, madre del menor. Los hechos sucedieron en Rusia.
Redactora Digital: Nayely Mederes
