Uno desafió los boicots diplomáticos por su historial de derechos humanos y dio la bienvenida al mundo a sus primeros Juegos Olímpicos de Invierno. Los otros concentraron tropas en la frontera de su vecino y emitieron demandas a los Estados Unidos y sus aliados.
El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, estuvieron uno al lado del otro durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing el 4 de febrero.
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Su aparición conjunta no solo brindó la muestra más directa de unidad chino-rusa en décadas, sino también lo que vieron los observadores. como la señal más clara hasta ahora de que los dos tienen la intención de dar forma a un nuevo orden mundial, uno en el que el dominio global de la posguerra de Estados Unidos está en retirada y los regímenes autocráticos pueden prosperar en el espacio que queda atrás.
“Ven esto como un mundo posterior a Trump donde los estadounidenses se retiraron de Afganistán en desorden, no parecen poder disuadir a los rusos y ni siquiera pueden manejar el covid”, dijo Steve Tsang, director de China. Instituto de la Universidad SOAS de Londres. “Entonces, puede que no sea totalmente estúpido y erróneo si dicen que ‘el Este está creciendo y el Oeste está declinando’”.
Con la democracia retrocediendo a nivel mundial, la determinación de Rusia y China se ha visto particularmente fortalecida por la percepción de que Estados Unidos se retira del escenario global y la erosión de sus propios valores en casa, dijo. Esto ha creado un vacío, a los ojos de algunos en Beijing y Moscú, en el que los dos países están felices de entrar.
Esa idea no es del todo nueva.
Desde al menos 2008, los funcionarios gubernamentales y las élites intelectuales de China y Rusia han estado prediciendo o abogando por el fin del dominio de posguerra de Estados Unidos. Pero una declaración conjunta de 5.000 palabras fue la primera vez que estos países expresaron juntos su visión de manera tan completa para este futuro “multipolar”.
“Ha surgido una tendencia hacia la redistribución del poder en el mundo”, dijo el comunicado. Esta “nueva era” “garantizará la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible”, agregó, en lugar de la “política de poder” y la “intimidación” de la supremacía estadounidense donde “los débiles caen presa de los fuertes”.
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Reportero Digital: Samuel García
