Uno de los proyectos clave del presidente Andrés Manuel López Obrador podría no verse terminado durante su sexenio, tal y como él lo prometió.
Se trata de la refinería Dos Bocas, que es conocida como la ‘obra insignia’ del actual Gobierno Federal, la cual ha entrado en fase de redimensionamiento por la falta de recursos.
Fue el periodista Darío Celis quien dio a conocer que desde el pasado mes de enero, la Secretaría de Hacienda no ha querido otorgar mayores fondos a la Secretaría de Energía para que se continúe invirtiendo en dicha construcción.
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“En los últimos tres meses Nahle tomó decisiones drásticas: canceló el ramal de 98 kilómetros que va a conectar la refinería con la llamada línea FA en la estación Chontalpa”, comenzó explicando.
“Asimismo, todo apunta a que se pospondrá la construcción de la planta de alquilación, que sirve para darle mayor octanaje a la gasolina que se produzca ahí, lo que hace suponer que su calidad no será muy buena”, añadió.
El columnista de El Financiero añadió que aunque hasta el momento se han invertido ya 9 mil millones de dólares en ‘Dos Bocas’, aún se necesitan cerca de 5 mil millones de dólares más para terminar la zona mecánica.
“Y no es que los trabajos vayan atrasados. El problema es que López Obrador se puso la soga al cuello: fijó como fecha fatal para la inauguración de Dos Bocas el próximo 2 de julio. Para ese día habrá un corte de listón para la apertura del área administrativa integrada por 12 edificios, más 91 tanques para gasolina, diésel, turbosina, petróleo crudo, productos intermedios y agua. Nada más”.
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Dario Celis aseveró que la ‘inauguración’ de la refinería que tendrá lugar el próximo mes de julio “será puro show”, y que es muy probable que López Obrador no vea terminada dicha obra antes del fin de su sexenio.
“El comissioning, como se le conoce en el argot ingenieril, lleva de ocho meses a un año. O sea que si todo sale conforme a esa hoja de ruta, el primer barril de petróleo de Dos Bocas saldrá hacia agosto de 2024”, se puntualizó.
“El inquilino de Palacio Nacional se puso la vara muy alta: según él iba a poner a operar una refinería en cuatro años, lo que es humana y técnicamente imposible. La media internacional es de ocho a 12 años”, finalizó compartiendo el periodista.
