Este miércoles 7 de diciembre Pedro Castillo, presidente de Perú, fue detenido y destituido de su cargo después de que el Congreso declarara su ‘incapacidad moral’ con 101 votos a favor: La vicepresidenta Dina Boluarte asumió la presidencia.
La destitución de Castillo ocurrió después de que anunciara la disolución del Congreso de Perú y la instauración de un Gobierno de excepción en cadena nacional, hecho que fue señalado como ‘golpe de Estado’, ante sus declaraciones se determinó su inmediata destitución.
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“Llevamos más de 16 meses de continúa y obsequiada campaña de ataque sin cuartel a la institución presidencial, situación nunca antes vista en la historia peruana. La única agenda del Congreso desde el 29 de julio de 2021, en que juramente el cargo de Presidente de la República, ha sido y es la vacancia presidencial”, señaló Castillo.
“El Congreso, sin pruebas, imputa al presidente comisión de delitos, muchas veces con las solas afirmaciones hechas en la prensa mercenaria, corrupta y cínica, que injuria, difama y calumnia con un absoluto libertinaje”.

Después de las declaraciones de Castillo, comenzó una ola de dimisiones en el gobierno: El ministro de Trabajo, Relaciones Exteriores, Economía, Justicia y Defensa renunciaron a sus cargos públicos.
Castillo se entregó a la Policía Nacional de Perú tras su destitución y la vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió el cargo. En su primer mensaje a la nación, Boluarte solicitó una tregua política además de buscar iniciar un combate a la corrupción en las instituciones del Estado.
“Nos corresponde conversar, dialogar, ponernos de acuerdo, algo tan sencillo como impracticable en los últimos meses. Convoco por ello a un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas representadas o no en el Congreso”.