Los disturbios y enfrentamientos entre ciudadanos y fuerzas policiales continúan en Portland, ciudad de Oregon (Estados Unidos), donde cumplen ya dos meses de haberse iniciado como consecuencia de las protestas por el racismo y la brutalidad policiaca.
Inicialmente, estos ataques surgieron tras la muerte del afroamericano George Floyd, pero posteriormente, los conflictos se desataron debido a la presencia de los agentes federales enviados por el presidente Donald Trump quien busca detener las manifestaciones detener a los manifestantes.
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La noche del viernes, miles de ciudadanos salieron a las calles, horas después de que un juez de la localidad negara la petición para restringir las acciones de las fuerzas federales al detener a los manifestantes.
Estos últimos comenzaron a lanzar fuegos artificiales contra el edificio del tribunal durante la media noche, ocasionando que los agentes respondieran con gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento como medidas para dispersar a los alborotadores.
Conforme los días pasan, el conflicto parece ir agravándose, sin embargo, el presidente Donald Trump continúa con sus planes de querer enviar federales a otras ciudades.
