La legislatura de Buenos Aires (Argentina) aprobó de forma unánime un protocolo que regirá en el sistema de salud en el cual se le permite a un familiar de entre 18 y 60 años de edad acompañar al paciente enfermo por coronavirus en fase terminal, en un intento de garantizar el “derecho a la despedida”.
Debido a la misma enfermedad miles han muerto alejados de sus seres queridos, rodeados únicamente por el equipo que los mantiene con vida o el personal médico que los atiende, siendo esta una situación desgarradora tanto para el enfermo como para sus familiares quienes no podían acompañarlos en sus últimos momentos de vida.
“Médicos y enfermeras pueden acompañarlos. Y lo hacen, son transmisores de afecto. Sin embargo, no son las personas con las que compartieron toda su vida las que acompañan y contienen a los pacientes en estado terminal”, mencionó el diputado Facundo Del Gaisó, autor de la iniciativa.
“Ya van casi 8 mil argentinos que murieron en estas condiciones víctimas del COVID-19”, añadió.
Esta ley establece que aquella persona que acompañe al enfermo no deberá tener enfermedades preexistentes que lo incluyan en un grupo de riesgo, y tampoco puede ser una mujer embarazada.
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Además, los hospitales o centros de salud deben otorgar un equipo de bioseguridad igual al que usan los médicos para poder estar al lado del enfermo. Del mismo modo, facilitarán el acompañamiento psicológico.
La diputada María Luisa González Estevarena, señalo que se busca acercar a los pacientes a sus seres queridos y brindar los medios necesarios para que puedan tener una despedida digna, sin arriesgar la vida de aquellos que lo s acompañen.
