Algunos especialistas en el mundo aseguran que la vacuna cintra el COVID-19 podría no funcionar en personas obesas, esto ya que existe el antecedente de las personas con influenza, la hepatitis B, el tétanos y la rabia.
Ya que, aunque estas si funcionan, su eficacia disminuye drásticamente su eficiencia en persons que viven con obesidad.
“Sabemos de otras vacunas que han sido probadas en poblaciones con obesidad, cuyos individuos no responden bien a ellas. Ahora, mientras desarrollamos una vacuna contra el coronavirus, reconocemos que podría no funcionar en todas las poblaciones, incluyendo a aquellas con sobrepeso”, explicó el doctor Matthew B. Laurens, investigador principal de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland.
Y aunque todavía se estudian los mecanismos biológicos por los que las personas con obesidad podrían no responder de la manera esperada a la vacunación, los especialistas indican que la inflamación crónica parece interferir con la respuesta inmune a las vacunas.
Por su parte, la médico Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), apunta a un segundo factor por el que las personas con sobrepeso no responden a las vacunas, y es que el exceso de órgano adiposo (inflamado y fibrosado) contribuye a la existencia de adipocitos muy grandes, que de alguna manera son interpretados como un cuerpo extraño, como si se tratara de un virus o una bacteria.
Esto hace que el organismo de una persona con obesidad los combata y cuando de verdad aparece un virus o una bacteria, este tiene comprometido su sistema de defensa en una especie de estado inflamatorio crónico de leve a moderado.
