La pequeña Yaz será sometida a una cirugía para corregir el estado de sus intestinos, los cuales estaban parcialmente fuera por una herida que sus padres le provocaron.
La pequeña se encuentra recibiendo apoyo psicológico y toda la atención requerida, pues el daño causado por sus familiares no es solamente físico.
El pasado miércoles 16 de septiembre, el Secretario de Salud de Puebla, José Antonio Martínez, publicó que la pequeña niña de 7 años que había sufrido maltrato infantil y abuso sexual por parte de sus padres, sería sometida a una cirugía con el fin de arreglar sus intestinos perforados para restablecer el tránsito intestinal.
Previamente, el secretario mencionó que la menor tenía parte de sus intestinos por fuera por lo que permanecía en terapia intensiva. Sin embargo, la menor había suplicado morir a los doctores, pues aseguraba que ya no quería seguir viviendo en este mundo, esto sucedió el 21 de agosto, cuando la menor ingresó al Hospital de Las Margaritas, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La pequeña se encuentra recibiendo apoyo psicológico y toda la atención requerida, pues el daño causado por sus familiares no es solamente físico.
La menor llegó con múltiples golpes, marcas de quemaduras de cigarro en varias partes de su cuerpo, siendo estas el estómago, y manos, también tenía dos heridas en la cabeza, señales de moretones en su rostro, un pulmón dañado a causa de su maltrato y una perforación intestinal que le había causado una hemorragia interna.
A inicios del mes de septiembre, los padres de la menor, Rafael “N” y Alejandra Viridiana “N” fueron detenidos y puestos en prisión preventiva por cometer delitos en contra de su propia hija, mientras que la fiscalía de Puebla realiza una investigación.
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Así mismo, se cree que ambos parientes de la menor, pudieron haber asesinado a su hermanita de 3 años de edad, quien presuntamente falleció hace poco más de un mes a causa de una broncoaspiración.
Por otro lado, la activista Frida Guerrero mencionó que posiblemente hubo negligencia en el caso de la menor, pues anteriormente ya había denuncias sobre el maltrato familiar y abuso que sufría desde hace más de un año.
“Si las autoridades poblanas hubieran hecho su trabajo desde enero, que fue el primer momento que hubo indicios de que la niña había sufrido violencia sexual, la menor no estaría ahora en el hospital, y Mitzi no estaría muerta”, reiteró Guerrero, asegurando que “hay responsabilidad institucional en esto”, concluyó Guerrero.
