En Italia, una mujer de 53 años de edad fue sentenciada a cuatro años de cárcel por drogar durante nueve meses a su jefe, poniéndole sedantes a su café para provocarle somnolencia.
Pues resulta que en 2017, la señora había escuchado una conversación entre sus colegas de trabajo en donde mencionaban que se harían ajustes de personal.
Temerosa por perder su trabajo, acudió al uso de fármacos para reducir la productividad una colega y la corrieran a ella, ya que ambas realizaban las mismas tareas en la oficina donde laboraba.
La víctima comenzó a sentir fatiga, jaquecas, mareos y dolor muscular, sin embargo pudo mantener su trabajo.
Posteriormente, tuvo un accidente camino a casa, cuando se desvió del camino y chocó con un árbol.
Poco después se supo que había sido drogada con benzodiazepina, cuando la mujer regresó al trabajo y su compañera le ofreció un café cappuccino, insistiendo en que “no le haría ningún daño”.
La damnificada aceptó y conservo una pequeña muestra del café que luego llevaría a un laboratorio para ser analizada.
Los resultados indicaron una dosis extremadamente alta benzodiazepina, y posteriormente la mujer levantó su denuncia contra su compañera de trabajo.
Tras el juicio, el jefe de la compañía aseguró que se había tratado de un malentendido, pues la empresa estaba en proceso de contratar nuevo personal.
