Durante la tarde del viernes se registró una balacera sobre la carretera de Reynosa a Río Bravo donde elementos de la policía estatal de Tamaulipas se enfrentaron a un grupo de sicarios que mantenían un retén para robar y despojar a los automovilistas de sus vehículos y sus pertenencias.
De acuerdo a información proporcionada por la Secretaría de Seguridad Pública, un menor a ajeno a los hechos resultó herido por una esquirla, en lugar fueron abatidos cuatro pistoleros.
Las autoridades fueron advertidas sobre el retén de los narcos cerca de las 11:15 horas, en cual aseguraban que un grupo de pistoleros tenían tomado un tramo de la carretera para despojar de sus automóviles y pertenencias a los viajeros.
Ante el reporte, elementos de seguridad se trasladaron al ejido Lucio Blanco, donde lograron dar con la ubicación del reten del grupo armado cerca de una gasolinera abandonada.
Un niño de 9 años que viajaba con su familia en una camioneta recibió una esquirla en uno de los brazos por lo que fue trasladado a un hospital donde informaron que su salud era estable.
Los policías, por su parte, dieron alcance a una camioneta Chevrolet tipo Suburban y cuyo chofer terminó por salirse de la carretera y quedar entre unas parcelas.
Los agentes aseguraron la camioneta, al revisarla se percataron que cuatro de los sicarios murieron tras la persecución, mientras lo demás cómplices lograron escapar.
Durante la persecución los pistoleros lanzaron a la carretera varios ponchallantas, mismo que fueron retirados para no dañar a los vehículos de los viajeros.
En lugar se aseguraron cuatro armas largas, 18 cargadores y más ponchallantas.
El ejido Lucio Blanco se encuentra a mitad de camino entre los municipios de Reynosa y Río Bravo.
La zona ya había sido denunciada como un camino de paso muy peligroso ante la existencia de diversos grupos armados.
En días anteriores las autoridades recibieron diversas denuncias sobre los retenes que los delincuentes colocan pero a pesar de que los policías acudían los individuos alcanzaban a huir.
El área es controlada por el Cártel del Golfo, pero sus diversas células sostienen una lucha interna por el control de la región desde la caída de Juan Manuel Loisa Salinas “El Comandante Toro”.
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