Tras el lamentable fallecimiento del Padre Pedro Pantoja a sus 76 años de edad, y a una semana de que la Casa del Migrante fue cerrada debido a un brote de COVID-19 entre sus integrantes, alrededor de 60 migrantes han quedado a la deriva en las calles de Saltillo, Coahuila.
“Hemos pasado unas noches muy críticas, con mucho frío, con hambre, porque la Casa del Migrante está cerrada porque dicen que tienen a unos con COVID ahí”, relató Juan Carlos Castañeda, un hondureño quien a sus 27 años tuvo que dejar su tierra natal para buscar una mejor vida.
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Él es uno de los viajeros que tendrá que pasar Navidad sin su familia bajo la fría noche, acompañado solamente por otros paisanos y una cobija, ya que al saltar del tren se lastimó la pierna y no puede continuar su transcurso en esa situación.
En la calle, todos juntos, los migrantes pasan la noche. Foto Especial. 
Alrededor de 60 migrantes están a la deriva en Saltillo. Foto Especial. 
Durante la noche tuvieron que turnarse para vigilar, ya que han sufrido algunos ataques. Foto Especial. 
Como pueden, los migrantes sobreviven al día a día. Foto Especial. 
Un cartón, una cobija y fe: de eso viven los migrantes. Foto Especial.
Al igual que Juan Carlos, algunos de estos migrantes ya están cansados de intentar cruzar “al otro lado“, tal es el caso de Carlos Córdoba, quien aseguró que esta será su último intento por llegar a Estados Unidos ya que a sus 47 años se ha hartado.
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“Sí dormimos en la calle, pero yo pienso que es temporal y hay que adaptarse a la situación, sabemos que no es todo el tiempo, vamos en el tren igual y si logramos el objetivo cambia la cosa”, compartió.
Entre lágrimas y con el corazón en la mano fue que este grupo de migrantes compartieron sus historias, algunas de las cuales están llenas de esperanzas pues realmente tienen confianza en que Dios les permitiría llegar a Estados Unidos, aunque algunas otras tienen grandes dosis de dolor.
“No queda de otra“, comentó uno de ellos, mientras se ocupaba de acomodar su cartón sobre la banqueta y acomodaba su única cobija para finalmente disponerse a dormir.
