Fue alrededor de las 8:30 de la noche cuando la pesadilla de la monclovense Susana Guadalupe Treviño Zaragoza y su familia dio inicio pues, por un descuido, le dieron de beber thinner a su bebé.
La pequeña Sarah, de tan solo un año y siete meses de edad, le pidió a su abuela que le diera agua durante la noche del pasado lunes 21 de diciembre a lo cual ella tomó la botella más cercana y se la dio para que bebiera.
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Sin embargo, esa botella en realidad lo que contenía era thinner, por lo cual la pequeña comenzó a toser rápidamente, situación que hizo que ambas mujeres se acercaran.
Fue entonces cuando la abuelita de la menor se dio cuenta del enorme error que había cometido, tomando a la niña en brazos y gritándole a su hija que tenían que llevarla de urgencia al hospital más cercano.
A los pocos minutos, ambas mujeres arribaron la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en dónde los médicos recibieron a la pequeña aún con signos vitales.
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Tras unas horas de espera, y temerosas de que su descuido le costará la vida a la bebé, finalmente el personal de salud del área de Urgencias les notificó que se le había realizado un ultrasonido para observar el daño interno que registraba.
Y finalmente, cerca de la madrugada, se les informó que el estado de salud de Sarah se había logrado estabilizar y se encontraba fuera de cualquier peligro, lo cual ocasionó que tanto su abuelita como su madre rompieran en llanto por la nueva oportunidad que se les brindó de cuidar de la menor.
