Durante el siglo XIX algunos líderes cristianos estadounidenses decidieron prohibir las celebraciones religiosas por la Navidad, las cuales eran consideradas por los cristianos como antibíblicas y paganas.
Pero como era de esperarse muchas personas no podían aguantarse las ganas de salir a la calle y celebrar de todas formas. En aquel entonces, varios trabajadores se emborrachaban y terminaban saqueando algunas ciudades, lo que terminaba arruinando las festividades.
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Posteriormente, esto cambió cuando algunas personas crearon la Sociedad San Nicolás de Nueva York para cambiar el sentido de las celebraciones.
Tras la creación de la sociedad, se introdujo la imagen de un hombre llamado Sinterklaas, quien llevaba una casulla de color rojo y siempre llevaba una barba larga y blanca como la nieve, haciendo referencia a San Nicolás, un hombre de origen griego del siglo III, que vivía en lo que hoy se conoce como Turquía.
La historia se comenzó a hacer popular por los altercados que le sucedían al hombre, pero también por ser amable y bondadoso con los niños.
Según un viejo relato, San Nicolás visito la casa de un hombre y dejó tres bolsas con monedas de oro, las cuales le servirían para salvar a su familia, pues eran demasiado pobres y temía que sus hijas acabaran en la calle.
Tras escuchar la historia, el personaje fue escogido para ser la imagen que representara la Navidad, ya que le da sentido a las buenas costumbres y le da un sentido familiar a las celebraciones.
