Karen Matthews, una mujer británica, fingió el secuestro de su pequeña hija Shannon, de 9 años de edad, para hacer que la policía local ofreciera una recompensa por ella y posteriormente la reclamara.
La recompensa sería entregada por información que diera con el paradero de la menor, sin embargo, las autoridades no sabían si encontrarían a la menor viva o muerta.
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Los hechos ocurrieron en 2008, según lo da a conocer un documental transmitido esta semana en Chennel 5, donde se menciona que la policía comenzó a sospechar cuando la mujer dijo una frase que dio una pista sobre el paradero de la menor.
En una grabación, la descarada mujer se dirige a los residentes de la localidad y “pide ayuda” para encontrar a su hija, al mismo tiempo que una recompensa de aproximadamente 69 mil dólares es ofrecida a cualquiera de datos relevantes con su paradero.
Posteriormente, la mujer fue interrogada por las autoridades y dijo que la niña “estaba ahí fuera, en alguna parte, en un ambiente agradable y cálido”, lo que levantó las sospechas de los oficiales.
Tras revisar el hogar de la familia, encontraron a la menor oculta en su departamento, luego de 20 días de reportar su desaparición.
En el mismo cuarto encontraron una lista que le había dejado su madre, en ella indicaba que no podía salir de la casa, asomarse por la ventana o hacer ruido y en cambio podría jugar videojuegos, escuchar música o ver películas.
También se descubrió que la mujer le había dado somníferos para sedarla y esconderla en el marco de una cama.
Posteriormente, los supuestos delincuentes actuarían liberando a la menor y fingiendo que la habían encontrado para recibir la recompensa.
Por estas acciones la mujer y un cómplice que responde al nombre de Donovan, fueron declarados culpables de secuestro, retención ilegal y obstrucción a la justicia, el pasado 4 de diciembre de 2008.
Por otro lado, la menor y sus hermanos recibieron nuevas identidades y la información de sus nuevos paraderos permanece oculta al público.
