Este martes 16 de febrero, habitantes de la ciudad puerto de Catalina (Italia), fueron testigos de la erupción volcánica del monte Etna, el cual provocó una lluvia de cenizas y piedras volcánicas pequeñas en la ciudad y obligó al aeropuerto a permanecer cerrado por precaución.
A pesar de la fuerza de la erupción, no representó ningún peligro para los habitantes de las localidades cercanas, según señaló un portavoz del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología a la agencia Agi.
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Sin embargo, tanto el departamento de bomberos como las autoridades seguían monitoreando la evolución del volcán y la situación de las diferentes localidades cercanas a este.