Una escuela del estado de Texas, Estados Unidos, solicitó a sus estudiantes del género femenino obedecer a los varones como parte de una actividad que mostraba viejas costumbres de la caballerosidad de la Edad Media.
En aquel entonces se pensaba que por ser mujer, debías agachar la cabeza ante la presencia de un hombre a manera de reverencia, hacer la limpieza, cocinarles y llevar sus bebidas, tareas que también se les pidió hacer a las menores.
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Obviamente algunos padres se alarmaron al saber sobre esta actividad en la institución, pues antes de esto debían firmar una carta de enterados. Por su arte, el docente que pidió esta tarea, del cual no se conoce la identidad, mencionó que para obtener una nota más alta, las niñas debían ser consideradas “dignas”.
Entre la lista reglas de la actividad se indicaba lo siguiente:
- Cuando se lleva a una dama (niña) por la noche, los caballeros pagarán todos los gastos.
- Los caballeros hablarán gentilmente; es decir, usarán un lenguaje apropiado con las damas. No habrá blasfemias ni uso de palabras vulgares
- Las niñas deben vestirse de manera femenina para complacer a los hombres (debe estar dentro del código de vestimenta de la escuela).
- Después de la escuela, las damas deberán abstenerse de mostrar superioridad intelectual para no ofender a los hombres que las rodean.
- Las mujeres no deben quejarse Niñas deben cocinar algo (no comprar) para los hombres de su clase.
- Las damas no deben iniciar conversaciones con hombres si ellos no les hablan primero.
- Mujeres deben caminar detrás de los hombres con delicadeza, como si sus pies estuvieran atados.
- Las niñas deben obedecer cualquier solicitud razonable del hombre
No obstante, la misma actividad buscaba enseñar la injusticia y el nivel de desigualdad que se vivía en aquel entonces, aunque los padres se negaron y la escuela se vio forzada a cancelar la actividad.
