Apenas tres días después de ser arrestada, Jeanine Ánez, comenzó una huelga de hambre en la cárcel para mujeres de Obrajes, ubicada en La Paz (Bolivia), donde sigue en prisión preventiva tras ser acusada por presunta participación en el golpe de Estado contra Evo Morales cuando este último aún era presidente.
“Dejó de alimentarse y está en huelga de hambre”, comentó la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDHB), Amparo Carvajal al medio El Deber, luego de realizar una visita al penal donde se encontraba la acusada.
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“La he visto muy mal. ‘¿Para qué luchar? ¿Para qué vivir?’, me ha dicho (…) La expresidenta está sola. Hay una bomba de oxígeno, pero ella está muy decaída”.
Sin embargo, la Dirección General de Régimen Penitenciario de Bolivia desmintió que la exmandataria estuviera en huelga de hambre, luego de reportar que su estado de salud está estable, “según el informe médico realizado a las 16:30 horas de este jueves”.
El pasado 17 de marzo los letrados de Áñez pidieron que fuera trasladada a una clínica por sufrir una “descompensación” debido a un cuadro de hipertensión, pero la solicitud fue denegada.
La hija de la exmandataria, Carolina Ribera, afirma que su madre si sufre de presión alta y requiere control permanente.
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