“No merecía esa muerte”; fue con estas duras palabras que la madre de la hoy occisa Victoria Esperanza Salazar comenzó a dar su opinión ante los medios de El Salvador la mañana de este lunes.
Tras haberse viralizado la noticia de que la salvadoreña refugiada en México había sido asesinada por cuatro policías de Tulum, Quintana Roo, la señora Rosibel Arriaza no volvió a ser la misma.
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“Siento indignación, me siento impotente, me siento frustrada, yo hubiera querido estar allí como madre (…) Las autoridades están para proteger a los seres humanos, con todas sus técnicas que tienen para tratar de someter a alguien. Pero eso fue un abuso de autoridad, así es que yo pido justicia”, agregó.
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Fue al borde del llanto que la mujer, en compañía de su hijo y medio hermano de Victoria, René, exigieron que se hiciera justicia en este caso, ya que aseguraron que no hay una causa justificada para que la detuvieran.
“Pienso que los seres humanos tenemos derecho a la vida, independientemente de lo que haya sucedido en ese momento“, agregó sin poder contener más las lágrimas Rosibel Arriaza.
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