Tras haberse dado a conocer que la mina Micarán, ubicada en Múzquiz, Coahuila, había sufrido inundaciones dos semanas antes de que finalmente colapsara el pasado viernes 04 de junio, nuevas declaraciones sobre el mal trato e instalaciones han salido a la luz.
De acuerdo con información de Vanguardia MX, la poca remuneración económica ante un trabajo tan arduo fue lo que llevó a Pablo ‘N’ a dejar de prestar sus servicios a la mina que hace unos días terminó sepultando con vida a siete mineros.
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El hombre relató que se sentía bendecido, pues tan solo 20 días fueron la diferencia entre que él también hubiera quedado atrapado y el que siguiera fuera, pues este es el plazo que tiene que dejó su puesto en este lugar.
Fue Pablo quien evidenció que, aunque sí existían algunas medidas de prevención y precaución, la realidad es que Micarán sí carecía de mayor protección para sus trabajadores.
De igual forma, explicó que el pago que recibía cada minero por semana no era fijo, sino que este dependía directamente de la cantidad de carbón que extraían colectivamente a la semana.
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“Aquí no había con qué te pagaban mil 500 a la semana, aquí era de si trabajas mucho, te iba bien, y si sacabas poquito pos’ te dan poquito”, comenzó explicando Pablo, quien pese a las malas experiencias que vivió en la mina, de igual forma se convirtió en rescatista pues tiene esperanza de encontrar con vida a algunos de sus ex compañeros.
“Pararon dos semanas, y le pedimos al jefe que pues nos diera algo, que nos prestara, y nos citó en la Plaza y nunca llegó y después de eso, nos avisó que no vendría porque el dinero que había quedado se había invertido en la mina”, finalizó comentando.
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