EL pasado 25 de mayo se dio una familia vivió momentos trágicos cuando los dos más pequeños de la casa ingirieron pan con veneno, según la madre de los pequeños, el pan iba dirigido hacía sus perros, tal como habían intentado hacerlo en ocasiones pasadas.
Tras ingerir el pan envenenado ambos niño comenzaron a convulsionar y a aventar espuma por la boca, sin embargo, fue la pequeña Adrianita, de 5 años, quien perdió la vida casi al instante, mientras que Jacobo ingresó al hospital en estado de gravedad.
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Tras una semana luchando por su vida en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, se dio a conocer que el pequeño niño regresó a la casa que comparte con su madre, papá, y hermanos con buen estad de salud, a pesar del trágico accidente que le costó la vida a su hermana pequeña.
Roberto Ramos Alor, secretario de Salud, informó que acompañó al pequeño y a su madre hasta su casa, trasladándolos en una aeronave del gobierno estatal al Aeropuerto Internacional de Canticas, y de ahí a su hogar, donde el pequeño Jacobo continuará con el tratamiento médico para seguir cuidando su salud.
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