Milagros Guadalupe, mejor conocida como Lichita escapó de su casa, presuntamente después de ser regañada intensamente por su madre, su desaparición movilizó a toda la comunicada de San Pedro y a las autoridades, así como a la PRONNIF.
Después de una búsqueda de más de 12 horas, Lichita fue encontrada en un predio interior entre llantas utilizadas; la pequeña, encontrada por Jesús, voluntario para ayudar a la causa, se mostró reacia a volver a casa, hasta que Jesús y su esposa la convencieron para trasladarla con su mamita.
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A pesar del emotivo reencuentro entre madre e hija, tanto Lichita como su hermana menor fueron separadas nuevamente de su hogar; la PRONNIF encontró diversos motivos en la investigación realizada sobre el ‘escape’ de Lichita para comprobar que ni la madre, ni el padrastro, eran aptos para cuidar a ambas niñas.
La PRONNIF separó a Lichita y a su hermana de Nayeli Azucena Díaz López y de su padrastro, Gerardo Perales Rodríguez tras demostrar que no son aptos para mantener la custodia: “Al momento de localizar a la niña, intervenimos y sus papás, a partir de esas investigaciones, no resultaron aptos para tenerla”.
Al momento las pequeñas fueron remitidas con sus abuelos maternos, pues lo mejor para ambas menores fue separarlas del seno familiar: “Por eso localizamos a esta familia de apoyo y resultó favorable para garantizar los Derechos de las dos pequeñitas, por eso se van a quedar con ellas”.
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