En el contexto actual, donde el gobierno federal ha dejado mucho que desear para las entidades del norte, el gobernador de Coahuila se ha pronunciado ante el el nombramiento de Quirino Ordaz, Gobernador priista de Sinaloa como Embajador en España.
Ha declarado dicho hecho como una “obra de teatro”, en donde al parecer no es más que un premio de consolación para la bancada priísta por parte de la administración nacional.
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“En el caso de mi buen amigo Quirino, que ha sido invitado por el gobierno federal, bueno, pues es como las obras de teatro. Primer acto: hay un Gobernador del PRI muy bien calificado. Segundo acto: pierde el PRI las elecciones en Sinaloa. Tercer acto, invitan al Gobernador de Embajador. ¿Cómo se llamó la obra?… como gobernador priista no estoy convencido que sea lo correcto y bueno, pues cada quien. Y esa manzana envenenada cada quien sabe si la prueba, si la muerde o no”.
Las palabras de Miguel Ángel Riquelme Solís tienen razón, ya que, no es secreto que el gobierno federal ha mutilado el presupuesto a diferentes ámbitos de la administración pública de ciertos estados.
Si a caso la única obra que beneficia a Coahuila por parte de la federación es el de “Agua para la Laguna”, donde se establecen parámetros donde se ofrecen 2 mil 500 millones de pesos de la federación, existen más necesidades.
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