El secuestro y posterior asesinato de un niño de 11 años provocó la ira de pobladores, quienes decidieron quemar vivos a los asesinos del menor; los involucrados lograron deshacerse de la policía, tomaron a los detenidos y les prendieron fuego para hacer justicia.
Durante algunos días un niño de 11 años fue víctima de agresiones y amenazas después de que una banda de criminales lo secuestrara y exigiera un rescate de casi 400 mil pesos para su liberación; pese a que la familia del menor reunió el dinero y pagó para ver a su hijo de nuevo, los agresores le arrebataron la vida.
TE PUEDE INTERESAR: ‘¡Que vergüenza Coahuila!’: Arturo Islas exige justicia por osezno asesinado
Aunque recibieron el pago que esperaban, los secuestradores asesinaron al menor y abandonaron su cadáver en una fosa clandestina, donde fue encontrado poco después por la policía.
Pese a que los presuntos agresores fueron detenidos y quedaron bajo resguardo de la policía, pobladores de Huehuetenango lograron ‘liberarlos’ y los llevaron a una zona boscosa, en donde hicieron justicia por propia mano.
Tras propinarles una golpiza, los pobladores rociaron con gasolina a los agresores y les prendieron fuego; poco después elementos de la policía encontraron los restos carbonizados de los presuntos secuestradores; los hechos ocurrieron en Guatemala.
Reportera Digital: Nayely Mederes