Luego de darse a conocer que el juez Penal Miguel Ángel Castillo Sarabia dejó en libertad a dos delincuentes, uno de ellos acusado de robo a mano armada y el otro estaba detenido por haber golpeado brutalmente a un menor al punto de casi arrebatarle la vida; cambiaba medidas cautelares antes dictaminadas.
Por lo anterior, fue suspendido de su cargo, además de que la Fiscalía General del Estado fue avisada para que investigara el caso a pesar de que no se presentaran denuncias contra el juez, sin embargo se harán para que se finquen responsabilidades y saber si tendrá que afrontar un proceso legal que probablemente lo llevaría a obtener una sentencia.
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Cabe mencionar que Miguel Ángel ejercía como guardia los fines de semana, donde les decía a los detenidos que podían salir pero solo con brazalete, y como no lo tenían los dejaba ir sin ningún tipo de medida de seguridad: “Cuando tengan se los ponen”.
El modus operandi del juez era cambiar la prisión preventiva oficiosa por un brazalete electrónico, mismo que en la institución aún no tienen. Hacia cambios en las medidas cautelares que se habían dictaminado anteriormente por un Juez de Control por la gravedad de los respectivos delitos de los que se les acusa.
