El día de ayer, la pareja lanzó un comunicado en que oficializaba su separación después de 22 años de matrimonio, dejando sorprendidos a propios y extraños pues Andrea Legarreta y Erick Rubín representaban una de las relaciones de pareja más sólidas dentro del medio.
El matrimonio se convirtió en uno de los favoritos del público, ya que desde la aparición de las redes sociales la familia Rubín Legarreta compartía cada uno de los detalles de su familia.
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Se rumora que al inicio de la relación la madre de la conductora no estaba de acuerdo con que su hija mantuviera un noviazgo con el cantante, pues doña Isabel, no veía con buenos ojos a Rubín, por lo que no estuvo a favor cuando la pareja se comprometió.
El problema de doña Isabel, era que conocía a los jóvenes que formaban parte de la famosa agrupación “Timbiriche”, que corría con rumores de que eran adolescentes con una vida de excesos y de romances fugaces, situación que evidentemente no quería que atravesara su hija, que anteriormente había tenido relaciones duraderas a lado de “chicos fresas”.
Luego de un momento de química entre Andrea y Erick, la conductora les contó a su madre y a su padre, que había salido con el ex Timbiriche la noche anterior, hecho que molestó visiblemente a doña Isabel, quien no tuvo piedad para evidenciar su desacuerdo, tanto así que el día en que Erick le pidió matrimonio a tres meses de relación, la conductora volvió a casa con la ilusión de mostrarle el anillo a su mamá, la cual la vio indiferentemente y lo único que le pidió fue que se fuera a dormir.
Sin embargo, con el paso del tiempo su madre y padre se dieron cuenta de que Andrea estaba muy enamorada de él, por lo que no les quedó otra opción que aceptarlo dentro de la familia.
