Con música al fondo que salía de una pequeña bocina ubicada frente a la Sala 2 de la Capilla de Velación de la Sección 288 en la Zona Centro de Monclova, se encontraban miradas tristes y cabizbajas de un grupo de jóvenes mientras velaban a Armando Zayas.
“A veces en golpes duros un amigo se va, una veladora con tu foto y una chora vez, usted fúmese donde quiera que este, la costumbre no olvidamos, sobres vato se le quiere, un santo grifo nunca muere, quiobole nadir, aún recuerdo verte reír”, se escuchaba salir de aquella bocina.
Es la de “Un santo grifo nunca muere”, de La Santa Grifa, explica alguien de ellos.
A 12 días de cumplir 28 años, la madrugada del domingo, Armando encontró su fatal destino en las calles de la colonia Armando Castro cuando más de 20 puñaladas de una violenta riña acabaron con su vida.
Vecinos del sector fueron testigos de los hechos ocurridos alrededor de las 1:30 horas del pasado 23 de julio en la calle Rosa María Castro, cuando el agresor identificado presuntamente como “El Erick”, golpeó y apuñaló a la víctima en la vía pública.
Paramédicos arribaron al lugar mientras el cuerpo de joven yacía bañado en sangre. Armando fue trasladado de emergencia, pero lamentablemente no resistió las heridas y falleció minutos después de llegar al Hospital General de Zona Número 7 del IMSS.
“Hay un video donde él ya se está yendo, cuando lo están subiendo los paramédicos, y él ahí dice el nombre de su mamá mientras levanta la mano”, dijo entre lágrimas Consuelo, prima de Armando, quien relató que el joven era huérfano de ambos padres además de haber perdido hace poco a uno de sus hermanos.
Desconcertada por lo ocurrido, Consuelo no da crédito a que Armando haya sido víctima de esta riña. Relata que si han escuchado las versiones que apuntan que el agresor lo ataco por un presunto hurto de una cachucha.
A lo que resalta que Armando jamás se metía en problemas y al contrario buscaba la forma de evitarlos.
Por lo que ahora, aún ante lo trágico de los hechos, la familia moralmente perdona al atacante, pues es algo que saben Armando hubiera hecho. Limpiándose las lágrimas, Consuelo dice que todo lo dejarán en manos de la justicia y de Dios.
“Para mí era como un hijo, y si algo me enseñó Mandito es que tenías que perdonar, y si esa persona que le hizo eso, enserio yo lo perdono, y si se hace justicia, que se haga justicia y si no lo ponemos en las manos de Dios, uno solo da lo que tiene adentro, yo estoy pensando y asimilando las cosas como él las hubiera tomado”, expresó.
En punto de las 3 de la tarde, el cuerpo de Armando o Mandito como le decían, partió de la Capilla de Velación hacia su última morada en el Panteón Dolores en Ciudad Frontera.
Su familia está segura que ahora en su descanso eterno se reunirá con sus padres quienes fallecieron a causa de diversas enfermedades y su hermano a quien también perdió recientemente.
“Es lo más bonito que me pudo regalar mi tía, en él encontré un hermano, un amigo y alguien incondicional para mi vida, donde quiere que esté siempre lo voy a recordar con mucho amor porque cada momento que pasamos con él valió la pena, una persona muy importante en mi vida se acaba de ir”, comentó Consuelo sin poder contener el llanto.