El número de fallecidos se elevó a 250 entre los israelíes el sábado por la noche, con más de mil 500 heridos, mientras que la Media Luna Roja Palestina reportó más de 250 muertos y unos mil 700 heridos entre los palestinos.
Además, la Media Luna Roja Palestina Árabe advirtió sobre una grave escasez de combustible necesario para operar los hospitales en la región.
En un discurso televisado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que el ejército utilizará todas sus fuerzas para desmantelar las capacidades de Hamás, pero advirtió que la guerra será prolongada y desafiante.
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En la madrugada, las fuerzas israelíes informaron sobre ataques contra objetivos de Hamas en la Franja de Gaza, sin detallar más. El gabinete de seguridad de Israel tomó medidas para “destruir las capacidades militares y gubernamentales” de Hamas, incluyendo la suspensión de suministros de electricidad, combustible y bienes a Gaza.
Netanyahu destacó la fase inicial de la guerra que busca “destruir la mayoría de las fuerzas enemigas” que han atacado a civiles y soldados en Israel. Prometió continuar la ofensiva hasta alcanzar los objetivos.
El portavoz militar israelí instó a los residentes de Gaza a buscar refugio debido a la respuesta israelí en curso, y el comandante de la Policía de Fronteras elogió a las fuerzas de seguridad que recuperaron el control de una comisaría asaltada por elementos de Hamas.
Cerca de la frontera con Gaza, ciudadanos israelíes rehenes de Hamas fueron rescatados en una operación en la que varios milicianos palestinos perdieron la vida y tres soldados israelíes resultaron heridos.
Las autoridades israelíes aconsejaron a los residentes en áreas cercanas a Gaza permanecer en sus hogares y llamar a servicios de emergencia en caso de necesitar ayuda.
