El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, han llegado a un acuerdo para detener la producción ilegal de fentanilo, un potente opioide que provoca casi 200 muertes diarias por sobredosis en EE. UU.
Este acuerdo fue anunciado por un alto funcionario estadounidense después de una reunión de más de cuatro horas, que tuvo lugar en la mansión Filoli, cerca de San Francisco, en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
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El entendimiento implica que China controlará la exportación de productos químicos utilizados por cárteles mexicanos para fabricar fentanilo y venderlo ilegalmente en EE. UU. Aunque los detalles precisos del acuerdo no se han revelado, se esperaba un “paquete completo” de medidas antes de la reunión.
Según informes, el paquete incluye el compromiso de China de perseguir a empresas que producen precursores de fentanilo, sustancias químicas utilizadas como materias primas para este analgésico potente. A cambio, EE. UU. levantaría sanciones contra el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China, que había sido sancionado por abusos a minorías musulmanas durante la administración de Trump.
China había cuestionado previamente las solicitudes de cooperación de EE. UU. en la lucha contra el fentanilo mientras persistían las restricciones al instituto forense, dedicado a investigaciones criminales, incluidas las relacionadas con narcóticos.
En 2021, las sobredosis de fentanilo cobraron 70,601 vidas en EE. UU., con aproximadamente 193 muertes diarias, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
