Un residente del ejido Sabinas encontró su trágico destino el miércoles pasado, sufriendo un aparente infarto mientras atendía a sus cabras. A pesar de los desesperados llamados de sus familiares a los servicios de emergencia, la vida del ganadero se desvaneció sin remedio.
El suceso tuvo lugar poco después de las cinco de la tarde, cuando la Cruz Roja recibió una angustiada llamada de la familia del agricultor.
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Los socorristas se dirigieron rápidamente al terreno situado a un kilómetro de la empresa minera Conchos Norte, donde encontraron al hombre tendido boca abajo en el suelo.
La rigidez de su cuerpo indicaba que ya había pasado varias horas desde su fallecimiento. Los parientes, alertados por la llegada del ganado sin su pastor de unos 60 años, decidieron emprender una búsqueda a caballo por la zona de pasto, revelando así la tragedia que había ocurrido.
