Después de cinco años sin estudios sobre el atún enlatado, la Revista del Consumidor de marzo reveló un informe de la Profeco. Este análisis mostró qué marcas no están alineadas con la normativa actual, la NOM-235-SE-2020, introducida en septiembre de 2020.
La última vez que Profeco realizó un análisis fue en marzo de 2019, utilizando la norma NOM-084-SCFI-19941 vigente entonces.
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Se examinaron 52 productos de atún en distintas presentaciones: compacta, en trozos, hojuelas y desmenuzado. Se puso especial atención en que el etiquetado fuera claro, legible y en español, conforme a las normas actuales.
Los aspectos revisados incluyeron la marca, la descripción del producto, el peso neto, el etiquetado frontal (como el contenido de sodio), la cantidad de atún sin líquido, el medio de cobertura (agua, aceite), y otros datos importantes como ingredientes, alérgenos, origen, información del fabricante, valor nutricional, lote y fecha de caducidad.
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Varias marcas no cumplieron con estos requisitos. Por ejemplo, Agromar y Valley Foods no tenían el sello correspondiente sobre el exceso de sodio. Marina Azul y Mazatún presentaron incoherencias en su etiquetado, como denominaciones incompletas o imágenes que no correspondían al contenido.
Calmex no especificaba correctamente su presentación en hojuelas, y otras marcas también fueron señaladas por la falta de sellos de advertencia sobre el sodio.