Durante la Semana Santa, período de recogimiento para muchos, surge la pregunta sobre cómo limpiar adecuadamente el pescado y los mariscos para el consumo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la limpieza del pescado después de comprarlo es crucial para evitar la proliferación de bacterias.
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Aunque quitar las escamas es opcional, algunos expertos sugieren hacerlo para mejorar la textura, sabor y digestión. La OMS señala que no hay riesgos para la salud asociados con comer pescado con escamas, pero limpiarlo puede mejorar la experiencia gastronómica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:
- Enjuagar el pescado bajo el chorro de agua fría y por ambos lados para eliminar la suciedad y la sangre.
- Quitar las escamas, raspando de la cola hacia la cabeza, con movimientos firmes.
- Cortar las aletas y abrir el vientre, haciendo un corte desde la cabeza hasta la cola a lo largo del vientre.
- Retirar las vísceras, incluyendo las tripas, el hígado y las branquias.
- Limpiar la cavidad abdominal, con agua fría para eliminar cualquier resto de vísceras o sangre.
- (Opcional) Desescamar para obtener una textura más suave.
- Enjuagar nuevamente con agua fría para eliminar cualquier resto de escamas, vísceras o sangre.
- Secar el pesacado con papel absorbente para eliminar el exceso de humedad.
