El 10 de abril, el cuerpo de una mujer fue encontrado sin vida y con signos de violencia en un pozo de agua de la comunidad de Patlanoaya, en Ahuatlán, Puebla.
Vecinos alertaron a las autoridades sobre un fuerte olor fétido que provenía del pozo. Elementos de la Policía Municipal, Protección Civil y la FGE (Fiscalía General del Estado) se movilizaron al lugar.
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El cuerpo de la víctima, que aún no ha sido identificada, estaba envuelto en plástico y atado con cinta. Las primeras investigaciones indican que la mujer presentaba múltiples huellas de violencia y posibles signos de tortura.
El cadáver fue trasladado al anfiteatro regional para la necropsia de ley. La FGE abrió una carpeta de investigación para esclarecer el crimen y dar con los responsables.
