La migración se convierte en un tema crucial en las elecciones presidenciales de noviembre de Estados Unidos.
Nueve estados de Estados Unidos, principalmente gobernados por republicanos, han implementado o están a punto de implementar leyes y medidas que buscan restringir la migración en su territorio, siguiendo el ejemplo de Texas y Florida.
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Estas medidas varían de un estado a otro, pero en general incluyen:
- Permitir que la policía estatal detenga y expulse a migrantes indocumentados. (Texas)
- Imponer penas de prisión a quienes transporten a migrantes indocumentados. (Florida)
- Exigir a las empresas que verifiquen el estado migratorio de sus empleados. (Florida)
- Convertir en delito la entrada ilegal al estado. (Iowa)
- Permitir a la policía local realizar arrestos o investigaciones basándose en el estatus migratorio. (Alabama)
- Exigir que los empleadores con más de 15 trabajadores utilicen un sistema federal para verificar el estatus migratorio. (Virginia Occidental)
- Obligar a las autoridades locales y estatales a verificar el estatus migratorio de las personas arrestadas o detenidas. (Georgia)
- Crear un nuevo delito de ‘ocupación inadmisible’ para arrestar a personas sin la documentación necesaria para vivir en el país. (Oklahoma)
- Exigir a las autoridades locales y estatales que transmitan información a las federales sobre ciudadanos indocumentados y que ayuden a detenerlos y deportarlos. (Tennessee)
- Otorgar exenciones fiscales a los propietarios de tierras para que coloquen carteles de prohibido violar la propiedad privada, lo que permite a las autoridades arrestar a migrantes que cruzan desde Canadá. (New Hampshire)
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En Estados Unidos los gobernadores republicanos que impulsan estas medidas argumentan que el gobierno federal no está haciendo lo suficiente para controlar la migración y que necesitan tomar medidas para proteger a sus estados de la delincuencia y de los costos asociados a la inmigración ilegal.
Las organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han criticado estas medidas, calificándolas de discriminatorias e inhumanas. Advierten que estas medidas podrían generar un aumento de la xenofobia y la violencia contra los inmigrantes, así como una separación de familias y un mayor número de personas viviendo en la clandestinidad.