Chloe Boulden, una madre de 28 años, experimentó un giro inesperado durante una cita rutinaria para colocarse extensiones de pestañas. Un técnico detectó una mancha inusual en su párpado, lo que la llevó a un diagnóstico de carcinoma de células basales, un tipo de cáncer de piel comúnmente asociado a la exposición solar.
A pesar de consultas médicas y un diagnóstico inicial erróneo, la mancha persistente y el enrojecimiento en su ojo izquierdo la impulsaron a buscar una revisión dermatológica. La biopsia reveló la presencia de cáncer, lo que requirió una cirugía para extirpar la zona afectada.
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Desafortunadamente, el cáncer se había extendido, obligando a Chloe a someterse a una reconstrucción de párpado. Esta experiencia la motivó a compartir su historia y crear conciencia sobre la importancia de la protección solar y la detección temprana del cáncer de piel.
Chloe, de Australia y quien ahora tiene una perspectiva diferente sobre el bronceado, recuerda sus días de adolescencia cuando se exponía al sol sin protección. ‘Tomaba el sol hasta ponerme roja en carne viva‘, confesó. ‘Usaba aceite bronceador sin SPF, sin darme cuenta del daño que estaba causando‘.
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Madre de cuatro hijos, Chloe pide a las personas a tomar en serio la prevención del cáncer de piel. ‘Puede pasarle a cualquiera, sin importar la edad o el sexo‘, enfatizó. ‘Es devastador tener 28 años y necesitar una reconstrucción de párpado, pero quiero que mi historia sirva como un recordatorio de que la detección temprana es crucial‘.
Su lucha contra el cáncer continúa, pero Chloe mantiene una actitud positiva y esperanzadora. ‘Espero que mi historia inspire a otros a protegerse del sol y a estar atentos a cualquier cambio en su piel‘, concluyó.
