La Navidad que debía ser motivo de reunión y alegría para la familia de Ángel Uriel se convirtió en una amarga tragedia, luego de ser atropellado por un cafre al volante sobre la federal 57.
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El hombre había salido junto con sus primos rumbo a Piedras Negras, con la intención de recoger a más familiares y celebrar juntos las fiestas en Monclova la próxima semana. Sin embargo, un accidente en la carretera registrado pasadas las 21:30 horas, terminó por arrebatarle la vida.
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El grupo viajaba en una camioneta Chevrolet Silverado, desplazándose hacia el norte por la carretera, tras pasar Estación “Hermanas” a la altura del kilómetro 49, una silla de escritorio que transportaban en la caja salió volando.
Los primos decidieron orillarse para recuperarla, y fue entonces cuando Ángel corrió hacia el cordón cuneta para recoger el objeto. En ese instante, un conductor que manejaba a gran velocidad lo embistió. Los familiares apenas pudieron distinguir que se trataba de otra camioneta, la cual se dio a la fuga rumbo a Sabinas.

La desesperación se apoderó de los presentes. En medio de la oscuridad y la maleza alta, buscaron a Ángel hasta hallarlo inconsciente. De inmediato solicitaron el apoyo de paramédicos de Escobedo, quienes acudieron rápidamente, pero sólo pudieron confirmar el deceso. El área fue acordonada mientras la noticia se esparcía entre los familiares, que poco a poco llegaron al lugar. Entre ellos, los cinco hijos del hoy occiso y su ex esposa, quienes no podían dar crédito a lo ocurrido.
Las autoridades realizaron las diligencias correspondientes y ordenaron el levantamiento del cuerpo. La escena se llenó de lágrimas y abrazos rotos, pues nadie podía comprender cómo, en cuestión de segundos, la vida de Ángel se apagó. Lo que debía ser un viaje de esperanza y unión terminó convertido en un recuerdo doloroso: uno de los suyos ya no regresará a casa.

