La Iglesia Católica hizo un llamado a los periodistas, blogueros, influencers y comunicadores católicos y laicos, “peregrinos y mensajeros de esperanza” a integrarse a la cultura digital, mantenerse en capacitación permanente y saber llevar los mensajes y la información de una forma ética hasta los rincones más alejados de la periferia.
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El sacerdote José Ignacio Flores Ramos, “Padre Nacho”, llamó a periodistas y comunicadores de Monclova a encarnarse en la cultura digital para no quedar al margen de la sociedad, la fe y la promoción de la paz.
Este mensaje lo dio en la capilla de la Ermita, minutos antes de la peregrinación del Jubileo Diocesano de los Comunicadores que encabezó el Obispo Hilario González. Flores Ramos anunció que la Iglesia Católica creará una Pastoral Digital, para llevar su mensaje a la comunidad a través de las redes sociales.
Durante un encuentro con representantes de medios de comunicación, el coordinador diocesano de la Pastoral de la Comunicación en la Diócesis de Saltillo subrayó la urgencia de asumir los cambios tecnológicos.
Acompañado por Juan Antonio Huerta Montier, “Toño”, y su esposa Lupita Llevarino, responsables de la comunicación a las familias en Monclova, destacó la importancia de fortalecer los vínculos comunitarios.

Explicó que esta comisión diocesana impulsa la entrega de la Carta a los Cristianos, un instrumento pastoral que busca convocar a las familias e integrarlas al proyecto diocesano. El padre Nacho recordó que el Plan Pastoral diocesano tiene más de 20 años y desde su origen contempló estructuras de comunicación para llegar a las bases.
Señaló que la comunicación parroquial ha permitido mantener contacto con las familias, incluso en contextos adversos como la pandemia, cuando el contacto físico fue limitado. Reconoció que los comunicadores sociales tienen hoy un papel clave, ya que la comunicación dejó de ser unilateral y se convirtió en un proceso de ida y vuelta.
Indicó que las redes sociales y el internet conforman lo que la Iglesia denomina el nuevo continente digital, donde circulan innumerables contenidos diariamente. El sacerdote afirmó que, pese a la sobreabundancia informativa, existe sed de valores, de sentido y de acompañamiento, especialmente ante la creciente soledad social.
Destacó que la Iglesia no carece de contenidos, sino del reto de presentarlos con lenguajes adecuados a la velocidad y formatos actuales de comunicación. Citó datos recientes que indican que más del 70 por ciento de la población mundial utiliza teléfonos celulares y más del 60 por ciento tiene acceso a internet.
Asumir la cultura digital y trabajar por la paz
Flores Ramos sostuvo que la cultura digital ha generado cambios antropológicos y socioculturales profundos en la forma de relacionarse, aprender y vivir la fe.
Afirmó que no es posible regresar a esquemas del pasado, sino asumir la nueva realidad con creatividad, preparación constante y apertura al aprendizaje. Recordó el principio de la encarnación como modelo para la comunicación actual, invitando a “ensuciarse los zapatos” y acercarse a la gente real.
También apeló a un nuevo Pentecostés para los comunicadores, que impulse a superar miedos, barreras culturales y a evangelizar en los nuevos aerópagos digitales. Finalmente, destacó que más allá de diferencias ideológicas o religiosas, comunicadores de todos los ámbitos comparten un objetivo común: trabajar por la paz.
Subrayó que reconocer el entorno digital, integrar a nuevos comunicadores y promover la formación permanente son claves para un ejercicio responsable de la comunicación. Concluyó que la cultura digital llegó para quedarse y representa una oportunidad histórica para comunicar verdad, valores y esperanza a una sociedad necesitada.

