Alrededor de 100 mujeres, la mayoría de ellas menores de 25 años, se reunieron la mañana del 31 de julio en el Monumento a la Revolución para dar inicio con una marcha que terminaría en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Vestidas completamente de negro y con la ya característica pañoleta verde, fue que este grupo de activistas a favor del aborto comenzaron exigir mientras caminaban que se les apoyará con la libertad de decidir sobre su propio cuerpo.
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En la marcha estuvieron presente personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas del Gobierno de la Ciudad de México.
Al momento de convocar la marcha, las feministas pidieron específicamente que no hubiera hombres presentes en la manifestación, e incluso solicitaron que ni siquiera periodistas ni camarógrafos masculinos acudieran al lugar.
Solicitaron marcha sin violencia
La jefa de la Policía Femenil de la Ciudad de México, Itzania Otero se acercó a las jóvenes antes de iniciar el evento para informarles que la policía que estaría acompañándolas lo hacía con la intención de protegerlas.
También les pidió al colectivo de mujeres encapuchadas que no agredieran a terceros para evitar problemas mayores así como también les refirió que podrían realizar pintas conforme una planeación previa que se tuvo.
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