Son la mayoría, pero casi nadie habla de ellos. En CDMX, el 77 por ciento de lo casos confirmados de COVID-19 se ha enfrentado a la enfermedad desde su casa.
De forma intempestiva, sus síntomas aparecen dosificados o de brote pronto; confundibles con una gripa, catarro, migraña o mezclados con un cansancio que absorbe toda su energía; constantes y fuertes durante varios días, o que se van poco a poco.
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Para quienes tuvieron Covid-19 leve, padecer la enfermedad fue como un duelo, en lo emocional. Todos jóvenes de menos de 30 años.
“Uno quiere creer que es cualquier cosa menos COVID, también surge la culpa, ‘¿qué pasó si yo me estaba cuidando? Pensaba que no podía pasar a mí'”
Karla Tamez, médico interno.
La obligación de estar aislados en casa durante 14 días, sin necesitar hospitalización, completa su cuadro emocional: un desasosiego similar a la muerte de un ser querido.
Pero su pérdida es diferente, es la salud y la certidumbre la que desaparecen.
La negación les llega casi al mismo tiempo que la primera molestia. Intentan darle diversas explicaciones, lo esconden no sólo del otro, sino de ellos mismos, se niegan a aceptar que están presentando síntomas y los justifican.
“Me empecé a sentir muy cansada y dije: ‘no, es psicológico, he trabajado mucho’, aunque era un cansancio excesivo”
Doctora Tamez
“Durante una semana me estuvo doliendo mucho la cabeza. Nunca pensé que fuera Covid, incluso consideré la migraña”
Brandon García.
Al segundo o tercer síntoma empieza la negociación, en ese momento reconocen que lo que sienten podría, aunque aún lo ven poco probable, ser COVID.
“Febrícula que luego se volvió fiebre”
Doctora Karla Tamez
“Fiebre y tos, que creció a neumonía. Con la fiebre dije: es COVID”
Brandon
Se hacen la prueba aún con la esperanza de resultar negativa al SARS COV 2, la etapa de la depresión por lo general llega antes que el resultado de la prueba, cuando sienten más o peores síntomas.
“Soñaba mucho con mi familia y no quería ponerme grave, pensaba que si me hospitalizaban me iba a morir, el oxímetro indicaba que se me iba el oxígeno, pero nunca requerí hospitalización”
Chef Julia.
Para algunos recibir el resultado es sólo el empujón que les permite dar el siguiente paso: la aceptación.
