Un total de 50 inmigrantes subsaharianos murieron ahogados, luego de naufragar en dos pequeñas embarcaciones en las que viajaban con dirección a Canarias, una a las cercanías de Dajla, en el Sahara, y otra en Nuadibú, Mauritania.
Varios cadáveres fueron localizados gracias un grupo de barcos pesqueros y otras naves de la Marina Real, según fuentes oficiales, mientras otros diez fueron rescatados con vida.
A inicios de semana fueron rescatados 40 inmigrantes y se encontraron 7 cadáveres por las autoridades marroquíes.
Posteriormente fueron hallados otros 40 inmigrantes subsaharianos, luego de que su embarcación se volcara por la fuerza de los vientos en alta mar, en su intento de llegar a Canarias, cerca de la costa de Nuadibú. Solo hubo un sobreviviente.
Este último grupo tuvo una avería en el barco donde viajaban lo que ocasiono que viajaran a la deriva durante varios días sin un modo para poder ser rastreados, según dio a conocer la misma fuente que explicó que todos los acompañantes decidieron lanzarse al mar para intentar ser rescatados o llegar hasta la orilla, sin embargo todos los que lo hicieron murieron, excepto el único superviviente que se quedó en el barco. Este último fue hallado por las autoridades marítimas en las costas de Nuadibú.
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Por su parte, Vincent Cochetel, enviado especial de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), mencionó en su cuenta de Twitter que tanto la entidad y la Organización Mundial para las Migraciones, y otros grupos asociados trabajan para intensificar los esfuerzos para prevenir este tipo de tragedias.
