El pelotero sonorense, Isaac Paredes respiró profundo y se acomodó los guantes.
La pizarra estaba a reventar con la casa llena, dos outs y tres hombres en base, el escenario con una mayor tensión posible, su primera gran contienda en Grandes Ligas. Pero el sonorense demostró tener nervios de acero al conectar su primer imparable para producir las únicas dos carreras de los Tigers y dejar en claro que está dispuesto a desaprovechar la oportunidad que tiene al haberse convertido en el mexicano número 132 en debutar en las Mayores.
Paredes nació el 18 de febrero de 1999 en Hermosillo, Sonora y fue llamado desde la taxi sqaud para sumarlo al roster principal, donde de inmediato encarar el duelo frente a los White Sox en el Guaranteed Rate Field de Chicago. Pero para llegar hasta el punto más alto de su carrera, primero se vio obligado a llegar tarde al Summer Camp debido a que en su estadía en México por la cuarentena se contagió de Covid-19.
Tan pronto se repuso, puso manos a la obra para estar en óptimas condiciones para cuando lo requirieran usar los Tigers, novena que lo adquirió en 2018 después de que dos años atrás los Cubs lo firmaran tras su paso por la Academia de Béisbol Alfredo Harp Helú de Oaxaca, cuando tenía apenas 17 años. Jugó en las sucursales A Avanzada y Doble-A de Detroit en las últimas dos temporadas de Ligas Menores, donde demostró un talento que finalmente pudo explotar en MLB.
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En su primer turno al bate falló con una bola ocupada del seis al cuatro, pero tan pronto volvió al plato, envió la pelota hacia el bosque izquierdo productor de dos carreras pese a la presión de tener la cuenta en 3-2, dos outs y la casa llena. Una responsabilidad que a cualquier otro hubiera intimidado, pero que supo sortear con una deslumbrante gallardía.
Se trató del pelotero azteca 132 en la Gran Carpa, número 51 que debuta como jugador de posición y octavo que lo hace en la tercera almohadilla. Paredes se convirtió además en el segundo mexicano en debutar con Detroit, toda vez que el único en hacerlo, hasta anoche había sido el también sonorense Gabriel de Jesús Álvarez, quien el 22 de junio de 1998 cubrió -coincidentemente- la tercera base.
El sonorense 31 en debutar en Las Mayores se fue de 4-1 en la derrota de Tigers 2-7 ante White Sox, que promovieron al también mexicano Luis González, quien al no haber debutado no pudo terminar una racha de 17 años sin que dos peloteros aztecas disputaran su primer juego el mismo día en Grandes Ligas.
